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Cada vez que dejamos atrás el horario de invierno y cambiamos al horario de verano perdemos una hora de sueño. Aunque en un principio una hora de sueño puede parecer insignificante, la verdad es que el impacto puede ser muy importante.

Una hora extra de sueño puede salvar tu vida

Los accidentes de coche y los ataques al corazón aumentan con el cambio de horario

La productividad, el rendimiento y la concentración también se ven alterados

Existen diferentes estudios que demuestran que las consecuencias de esta hora de sueño perdida son mucho más significativas de lo que podíamos pensar en un principio:

Un estudio realizado por la Universidad de Alabama encontró que los lunes y los martes posteriores al cambio al horario de verano los accidentes de coche y los ataques al corazón aumentan, según recoge el ‘ Herald Sun’.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Columbia sobre los accidentes de tráfico en Canadá encontró que los accidentes de tráfico aumentaron un 7 por ciento los lunes posteriores al cambio de hora.

La pérdida de esta hora de sueño no sólo afecta en los ataques al corazón o en los accidentes de tráfico, la productividad, el rendimiento y la concentración también se ven alterados. El efecto observado en el cambio de horario indica claramente que el sueño es una necesidad que afecta a nuestra salud física y que la privación de una hora de sueño una sola noche puede tener un impacto importante.

Nos encontramos en una sociedad que duerme menos que nunca, ¿cómo puede afectarnos esta falta de sueño? Desregulación emocional, diabetes y cáncer, reducción de las capacidades cognitivas y memoria, reducción de la capacidad para combatir infecciones, aumento de peso son una pequeña muestra de los efectos perjudiciales que puede provocar la falta de sueño.

Según la Fundación Nacional del Sueño estas son las horas de sueño que necesitamos en función de nuestra edad:

Recién nacidos (0-2 meses): 12-18 horas
Bebés (3-11 meses): 14 a 15 horas
Los niños pequeños (1-3 años): 12 a 14 horas
Niños en edad preescolar (3-5 años): 11 a 13 horas
Niños en edad escolar (5-10 años): 10 a 11 horas
Pre-adolescentes y adolescentes (11-17 años): 08.05 a 09.05 horas
Adultos (18 años y mayores): 7-9 horas

Y tú, ¿estás durmiendo lo suficiente?

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