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Como ser emprendedor…simplemente emprende

1 Trabajo hay mucho, lo que no hay es empleo 

En un contexto de muy alto desempleo y de condiciones laborales precarias, el emprendimiento ya no solo se considera una alternativa, sino ‘la alternativa’: si no encuentras quien te contrate crea tu propio puesto de trabajo.

2 Muchas personas quejándose sobre la falta de empleos y pocas creándolos.

Nadie puede decir que tomar la iniciativa sea fácil pero también es cierto que en tiempos difíciles, emprender puede ser una solución personal contra el desempleo, una actividad complementaria al empleo por cuenta ajena que permite diversificar así el riesgo profesional o, simplemente, una forma de desarrollar una vida profesional más motivadora.

3 El ‘perfil emprendedor’ implica una actitud relacionada con la iniciativa más que un conjunto de competencias profesionales.

El ‘emprendimiento’, entendido en un sentido amplio, incluye ocupaciones convencionales y conocidas, como las de taxistas y propietarios de pequeños comercios, hasta las más tecnológicas y glamurosas cuya imagen prototípica sea quizás la del ingeniero/a informático. Pero todos los emprendedores tienen dos elementos en común:

  1. El asumir riesgos socioeconómicos y
  2. Su carácter de profesionales que venden sus servicios en lugar de ‘empleados’ que alquilan su tiempo.

En todo caso, es un error habitual considerar que la principal diferencia entre un trabajador por cuenta ajena y otro por cuenta propia es que éste último no tiene jefe cuando en realidad tiene tantos como clientes.

Los emprendedores trabajan también para otros, la diferencia es que ellos deciden la forma de hacerlo.

4 El emprendizaje es más lógico con 40 años que con 25.

Si te has fogueado antes en el mundanal ruido de la empresa, sea grande o menos grande, puede ser que tengas mejores recursos para emprender.” Emprender puede ser una etapa, relacionada con determinados momentos vitales y profesionales. Pero lo interesante para una sociedad dinámica es que sus jóvenes puedan y quieran tomar iniciativa antes de alcanzar los ingresos y la experiencia de la madurez. La educación para la ‘estabilidad’ debe ser sustituida por otra para la proactividad.

5 ¿Por que somos tan poco emprendedores?

Una idea de la cultura popular reza “si eres honesto en tu negocio no llegaras a ser ni rico ni pobre.” Esta es el posicionamiento más frecuente de la sociedad española frente a los empresarios de éxito, una cultura que habitualmente castiga la iniciativa, la innovación y muy especialmente el fracaso, incluido en el ámbito educativo. No debe extrañar, por tanto, que la mayoría de los jóvenes miren el emprendimiento como las vacas ven pasar el tren.

Las personas que hablan mal del emprendimiento porque lo que quieren es “un buen trabajo” en realidad lo que dicen es ‘que arriesguen otros’.

“¿Con 30 y todavía trabajando? Hazte millonario con la primitiva.” (Anuncio de la Lotería Primitiva)

6 Intentar hacerse rico jugando a la lotería es normal, buscar fortuna creando tu propio negocio es considerado una locura.

“Inglaterra [por poner un ejemplo] es un país principalmente de jefes y España es un país principalmente de subordinados, cuyos jefes están en otros países. ¿Cómo puede llegar España a ser un país de jefes? Un país de jefes es un país de emprendedores con ideas que obtienen recursos para llevarlas a cabo en el mundo de los negocios, la ciencia y la creatividad. Pero es más fácil ser emprendedor en el Reino Unido que en España, ya que en el Reino Unido hay una cultura de riesgo más desarrollada que aquí y mucho más respeto y menos envidia al emprendedor.”

7 Las cosas son como son porque fueron como fueron. 

La falta de educación y de cultura emprendedoras tienen mucho que ver con nuestra tendencia ‘cuenta ajenada’, nuestra inercia para intentar trabajar (sólo) como empleados. Pero lo que nos interesa es qué podemos hacer ahora. ¿Es mucho pedir que valores la posibilidad de reinventarte de trabajador a profesional, y de empleado a emprendedor?

Ni siquiera se trata de abandonar el empleo actual ni de desistir en la búsqueda de un trabajo por cuenta ajena para embarcarse en una ‘aventura idealista’. No, simplemente se trata de hacer lo que ya estás haciendo mientras te informas, te inspiras y analizas otras alternativas de iniciativa propia.

No nos educaron para obtener ingresos, sino para pensar que tenemos derecho a ellos.

8 Debemos considerarnos responsables de nuestro futuro y actuar como tales, aunque una parte de esa responsabilidad no sea nuestra.

Y, sobre todo, debemos respondernos a estas preguntas: ¿por qué yo no emprendo mientras otros sí lo hacen? ¿Qué pasos puedo dar para ser más emprendedor? El primero, simplemente considerar la posibilidad. Ese pequeña reflexión no te convierte en emprendedor, pero sí te convierte en una persona que ya está emprendiendo. No quieras ser emprendedor, simplemente, emprende.

“Apostar por uno mismo es la única apuesta segura”.